martes, 1 de febrero de 2011

Etiquetas

Desde que tengo memoria las etiquetas me generaron un malestar. Sobretodo en el jardín y en la primaria, los rótulos que me pusieran mis simpáticos compañeritos eran causa suficiente para no querer volver al colegio al día siguiente, y que mi mamá me mintiera para consolarme. Cuando terminé séptimo grado, creía que al entrar al mundo de los adolescentes eso no pasaría jamás. Sin embargo, fue peor. Ibas caminando con una etiqueta en la frente sin saberlo. Ya nadie te decía "gorda" o "fea", si no que lo hablaban entre ellos. Aprendí que había etiquetas mucho peores que la de "nerd". Pero nunca pensé que en mi propia casa me podían doler los rótulos, la necesidad de encasillar al otro en algún lugar.

Hace exactamente un mes cumplí diecisiete años. Yo me siento la misma que hace cinco y eso no me duele. Pero ayer tuve una conversación con mis papás, esa conversación que se supone que algún día llega, esa a la que muchos temen. Me exigieron madurez, responsabilidad y adultez. Me dijeron que ya no soy una nena, que tengo que crecer, que no puedo seguir con los mismos berrinches, esos que me caracterizan. Después de gritarles que no voy a ser de una u otra forma porque ellos me lo digan, que me acepten como soy, que no se olviden que ellos también pasaron por mi momento, me fui a llorar a mi cuarto.

Descubrí que tengo miedo de crecer, que la palabra "adulta" me queda gigante y ya dentro de un tiempo debería quedarme pintada. Que el camino de crecer no es tan fácil como uno piensa y lo que más me duele de todo: el tiempo pasa y no espera. Es uno el que tiene que seguirle el paso y curtirse con él. 

Entre tanta etiqueta, me quise poner la mía. Capaz no corresponde que sea más adolescente, pero adulta es una palabra que la siento lejos. Soy adulescente. Lo asumo, lo sobrellevo, lo acepto. Caminaré este camino y capaz, algún día, ojalá no muy lejano, los amantes de las etiquetas puedan correctamente decirme "adulta". Por ahora, invento palabras. Una picardía que al no ser adulta y sí ser adulescente tengo permitida.

10 comentarios:

  1. Hola!
    Muy buen post!

    Es difícil este camino, pero tenemos que tratar de caminarlo de la mejor manera, disfrutando de nuestras cosas, riendo, llorando, amando, perdiendo, encontrando.
    Hay épocas en que todo parece costar muchísimo y el camino se vuelve una gran pendiente cuesta arriba. Pero lo bueno es que simpre, aunque cueste, podemos llegar a la cima, y es ahí donde uno se da cuenta que tanto esfuerzo valió la pena.

    Me encanta tu etiqueta de adulescente! Yo quizá ya estaría más cerca de adultente(?), pero te comprendo perfectamte :)

    Beso enorme y seguí con este lindo blog que ha empezado hoy!

    ResponderEliminar
  2. No sabes cómo te entiendo!
    Somos bastante parecidas por lo que contas.
    Cuando uno es chico todo lo que nos dicen los nenes se nos queda grabado, los niños pueden llegar a ser muy crueles, lo sé porque lo he vivido!
    Las etiquetas están presente siempre en cualquier lugar, sabes cuál es el drama? Que dejamos que nos afecten, dejamos que un tarado nos diga "Emo" (ponele) y nos ponemos re mal. En Glee la otra vez dijeron "Sabes cual es el problema de tu generación? Están obsesionados con las etiquetas".
    Tus padres no son quienes para exigirte madurez, convengamos que todavía sos chica como para que te vengan a decir que madures y actúes maduramente, si tuvieras 21 podría ser pero tenes 17 recién!
    Cada uno crece a su paso, no hay que quemar etapas ni irse a los extremos. Si ellos son tus padres te tienen que amar como sos y no tratar de cambiarte aunque piensen que es para tu bien!

    ResponderEliminar
  3. Uff, yo tengo 20 y le tengo un miedo a crecer...

    Excelente comienzo.
    ¡Espero más entradas che! =)
    Ojala actualices seguido. Por las dudas te agrego.
    ¡Saludos!

    ResponderEliminar
  4. Gracias por tu comentario en mi blog.

    He leído el tuyo...
    y sí...
    podés permitirte más que eso.
    Un abrazo,
    Nicous

    ResponderEliminar
  5. Muchas veces crecer es lo que más cuesta! dar ese paso es temeroso y hasta doloroso, pero no podemos anclarnos en el tiempo, es necesario, pero es necesario hacerlo a nuestro tiempo, a nuestro ritmo... que la presión no te hiera, seguí siendo vos que la madurez no depende de la edad...

    ResponderEliminar
  6. Primero que nada quiero comentarte sobre tu entrada, que no sabés lo mucho que te entiendo. Me cuesta mucho crecer, crecer duele y quien diga que no, sin dudas miente. Es un cambio muy grande, y es mejor hacerlo sin pensarlo y lentamente. Para eso hay muchos años.
    En cuanto a tu comentario me da alegría saber que gracias a mi creaste este lugar, ya que me parece no sé algo muy especial para mi, y te agradezco mucho que hayas leido todo :)
    Espero que disfrutes todo este espacio

    ResponderEliminar
  7. Me encanta tu blog,lo encontré por casualidad y la verdad esto que dices es muy cierto.
    Todos lo pasamos mal de una forma u otra con los demás,pero mucha veces es envidia (:
    Seguro que puedes pasar esta etapa como todos,pero siempre apoyate en los que mas quieres,si?
    Bueno,pasate pot mi blog si tienes tiempo y si te gusta algo comenta.
    XOXO

    ResponderEliminar
  8. Crecer es magnifico, pero cada cosa a su tiempo, cada persona en su momento. Solo no tengas miedo, vive el momento :)
    Te sigo!

    ResponderEliminar
  9. Vamos, ¿para cuando otra entrada? Quiero ver otra reflexion posteada =|

    ResponderEliminar
  10. Me recuerdas tanto a mí... suena extraño, pero es verdad.
    ¡Te sigo!

    ResponderEliminar